En mi trabajo hay un fuerte interés por la naturaleza como objeto de estudio y en el suceso de aprender a través de la experiencia personal. Creo en la capacidad de las experiencias estéticas como posibles catalizadoras de cambios en la mente y en el modo de relacionarnos con el mundo. En este sentido encuentro el arte, como una constante búsqueda para detonar mecanismos que promuevan la participación y el diálogo, formas de aprendizaje de carácter interactivo y lúdico, para reproducir un escenario, no para la representación sino para la vivencia, generando direcciones inesperadas que se conjugan en un sistema de relaciones que dirigen y transforman la realidad de nuestras sociedades.