La lucha es como un círculo
GRABIEL
Gabriel Ávalos, también conocido como GRABIEL, es un joven artista talentoso, hiperquinético, multifacético y profundamente comprometido con su tiempo.
Forma parte de un fenómeno (¿o es un movimiento?) que ha tomado tracción en los últimos años en que los jóvenes artistas retoman la práctica pos revolucionaria mexicana de la gráfica como incidencia social y a la vez se ha dedicado a explorar las posibilidades líricas del dibujo con elegancia y delicadeza.
GRABIELl es oriundo de Copándaro de Galeana, en Michoacán, ese estado aguerrido donde los habitantes de los pueblos pueden llegar a tener, por la migración, más contacto con “el otro lado” que los capitalinos, mientras a la vez su cotidianidad sigue siendo enriquecida por tradiciones y costumbres arraigadas ya perdidas en la cuidad. Esta intersección de dos problemáticas y dos estéticas, de las culturales ancestrales con la cruda contemporaneidad de la frontera norte, desata una tensión creativa bien aprovechada por jóvenes como Gabriel. A esto añadimos su estancia, antes de emprender su carrera como artista visual en “La Esmeralda”, como estudiante universitario de Letras Clásicas, una experiencia que atestigua a su carácter filosófico e interés en indagar en los orígenes de las cosas, en este caso, del idioma que hablamos.
Fue en “La Esmeralda” donde vi por primera vez una obra suya basada en el círculo. Combinó lo gráfico: el grabado de una mazorca, con lo periodístico (también una manifestación gráfica): fragmentos de artículos sobre el maíz recortados en la misma forma que los grabados, y creó un círculo en el suelo de estos elementos repetidos, puntualizados por montículos de granos del mismo maíz. Fue una obra que hacía referencia a la práctica contemporánea de la instalación, a la crisis en el campo y a la tradición gráfica, todo presentado en un círculo en expansión.
En su presente exposición, en la galería White Cremnitz, la metáfora del círculo se ha precisado con una cita del Subcomandante Marcos “La lucha es como un círculo, se puede empezar en cualquier punto pero nunca termina”. Lo colectivo y lo existencial encuentran su representación en círculo tras círculo, en grabados que demuestran el dominio del oficio del artista y en que el círculo se vuelve una representación del cosmos personal de Gabriel; en sus propias palabras, el círculo no solo plantea un retorno, pero también un camino.
Grabiel -Gabriel Ávalos- también presenta en esta ocasión la serie Gráfica Rebeldías y Resistencias con otros formatos no circulares: imágenes en linóleo recortado enmarcadas con colores vibrantes, dedicadas a las autodefensas, movilizaciones campesinas y organizaciones insurgentes armadas.
Remata con más círculos, pero esta vez son círculos -en positivo y negativo- de su dibujo sutil y misterioso que más que un grito hacia el exterior, es una indagación en su propio interior. Una vez más, el artista manifiesta el movimiento circular que tanto lo define, de adentro hacia afuera y de regreso, en que la interioridad alimenta una visión política y social más profunda y consciente.
Carla Rippey